11 sept 2009
Barrancos del Alto Aragón
Empezaron como un amor juvenil, descubierto allá por Julio de 1.990 en Vero y Formiga. Pronto llegaron Mascún, Gorgas Negras, Palomeras del Flumen, Lapazosa, Gorgol...
Despues, fuí conociendo muchos de sus hermanos y hermanas, hasta formar un clan de más de 200 barrancos distintos recorridos, del Pirineo a los Andes. Y lo que me queda de aprender.
Pero a lo largo de todos estos años, nunca he dejado de volver a Huesca para revivir de nuevo aquel flechazo. Allí viví mi primer encuentro con las cascadas, los remolinos, las badinas. Los juegos del sol, las aguas bravas y las sombras. Vuelvo unas veces de forma furtiva, en rápidas escapadas de fin de semana. Otras, conviviendo largas temporadas.
Nunca, nunca, me canso de ellos: de sus farallones, de sus colores, de sus bosques, sus rebufos, sus remansos. Y de sus pueblos y gentes, siempre acogedores. Cada vez que los reencuentro son los mismos, y son diferentes. Con el paso de los años y los barranquistas, la familia ha ido creciendo y puedo conocer a nuevos miembros en cada visita. Bajar barrancos recién abiertos, o recorrer clásicos con los que no coincidí antes.
Pasan los años, y en plena recuperación del UTMB de nuevo hacemos hueco para una visita a la familia. Mientras reviso y empaco materiales (¡Será por cacharros!) me siento otra vez como un colegial con su mochila nueva. En este caso, repito aventura con Alex, como ya hicimos un tiempo atrás a la descubierta de los barrancos provenzales, disfrutando de "La Maglia" de todos ellos.
Vuelvo con muchas ganas de saborear una vez más algunos viejos conocidos: Lazas, Escomentúe, Salto del Carpín, la integral del Consusa, la de la Aigüeta de Eriste, Boca del Infierno, Artazul, Aguaré... Tambien quiero saludar por primera vez a otros ilustres miembros de la familia: Estibiella, Chinipi, Gabieto y Gallinés entre ellos.
En fin, por ilusiones que no quede. La idea: dejarnos rodar unos días como piedas en la corriente, de valle en valle buscando "la ola" perfecta. En este caso, el descenso perfecto :-)
Mirando atrás con un poco de nostalgia, recuerdo mis primeras escapadas a Guara o Pirineos hace casi 20 años, donde el idioma del barranco era siempre el francés. Hoy nuestro barranquismo es referencia mundial por calidad y cantidad de terreno y practicantes. Si alguien quiere conocer un poco más de los ilustres pioneros de esta gran aventura, aquí hay un buen resumen.
En particular, agradezco aún a F.Biarge y E.Salamero lo que supusieron aquellas primeras -y magníficas- guías barranquistas que sacaron en el 91. Aún las guardo con devoción en casa. De su mano, muchos aprendimos a admirar las grietas entre montañas -barrancos, gorgas, torrents, foces, oscuros,...- como un terreno maravilloso que descubrir, respetar, y atesorar.
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7 comentarios:
Bonita forma de recuperar cuerpo y mente Sergio. Pásadlo bien.
Abrazos. ;-)
Eres un apasionado del monte amigo. Tienes un buen historial sobre barrancos. Grandes fotos.
Un abrazo
gracias carlos. recuperar, recuperar, no mucho...sigue siendo un desgaste importante en el plan que lo hacemos. pero eso si, divertido, mucho. algun día iremos juntos a por ese barranco de Avila, no? :-)
ufff, son muchos años Paco. y en tanto tiempo barranqueando da para -casi- todo.
Ahora, a ver si voy construyendo un historial de carreras como el tuyo ;-)
Bonito reportaje. Yo de momento el único exceso que me permito es en Las Barranquillas madrileñas, pero todo se andará, es lo que tiene la mediana edad...
Buena forma de recuperar!
La verdad es que tiene que ser muy emocionante, por la forma que lo cuentas, ya creo que sí.
Un saludo!!
Pues ya ve Sr gitane, las leyendas que cuentan de la Tierra Media y los medianos están entre las más épicas de la historia. A la aventura, pues.
Anímate algún día, Rafael. Quizás una de las mejores cosas de los cañones es que lso puedes compartir con un abanico enorme de personas, sean o no desportistas habituales: familia, amigos, compañeros trabajo... Aqui cabe de todo. Con respeto al barranco eh? Pero si se hace bien, y como pasa con las carreras, hay barrancos para disfrutar a cualquier nivel.
SOY MARIAJO
Me ha gustado la entrada, tiene mucho de nostálgico y de entrañable.
Las fotos son una pasada.
Besos
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