Este verano, en mi visita a la Leadville 100 Miles trail run aprendí muchas cosas. Entre ellas, que la primera mujer en cruzar la meta de la carrera fue la tejana Liz Howard en 21h20m. Y sin embargo, hoy quizá la gran vencedora que recuerdo de la carrera fue una valiente corredora de Colorado, Katie. Esta es la historia de sus cien millas, inolvidables.
No es ninguna novata. Desde 2.002 Katie ha estado corriendo de forma regular. Empezó, como casi todos, con un 10k por su tierra. La llama prendió, y paso a paso empezó con los medios maratones, de allí a los 42k...y más allá. En 2.006 ya completaba triatlones. El fuego crecía y en 2007 se pasó del asfalto al monte. Peor aún, durante los primeros meses del 2010 se encendió en dos carreras montaraces de a 50 millas cada una.
Hoy, ocho años despues de aquella primera carrera, ha llegado por fin el día más esperado: La gélida madrugada del 21 de Agosto la soprende bajo la pancarta de salida de una bestia mítica, la Leadville 100 Miles Trail Run. Hay muchas cienmilleras con menor compromiso, más seguras. Pero éste era su sueño, y a sus 38 años decidió apostar fuerte por lograrlo: 161 km en menos de 30 horas. Siempre corriendo a más de 3.100 metros de altitud, pendientes del tiro de fusil que marca el fatídico final de carrera oficial.
Un ultimo pensamiento para sus tres hijos, y ya estamos en marcha. Más de 500 corredores bajo las Cimas de las Rocosas. Como los demás, va superando control tras control. Si la carrera es dura, su preparación tambien lo ha sido. Pasan las millas y las apuestas siguen a la par. Llega al ecuador en Winfield, primeros 80k de ida vencidos en 13h20m. Bien. Por delante, 16h40m para volver hasta meta. Cae la noche. El frío y la fatiga pesan mucho ya, en cada estación se quedan algunos compañeros, pero ella sigue avanzando: Twin Lakes, Half Moon, Fish Hatchery, May Queen... 139 km superados ya en 26h23m.
Por delante, tan solo 21km a meta, y 3h37m para lograrlo en el plazo oficial.
No pudo ser. La paliza acumulada se cobró su precio, y cuando sonó el tiro de fusil que marca el final de las 30h oficiales de carrera, ella peleaba aún en los últimos km de pista forestal rumbo al pueblo. En la meta, se paró el reloj, se quitaron las guirnaldas, se vaciaron las gradas. Pero Katie no paró. ¿Por qué se iba a parar? Ella no había venido a por la medalla de finalista, ni a por los aplausos del público en la meta. Por fin, a las 30h30m de tomar la salida, cruzaba vencedora la línea de las 100 Millas de Villaplomo.
Su nombre no está entre los 363 clasificados oficiales de la carrera. Su dorsal está marcado con el duro DNF (Did-Not-Finish) de la tierra. Y sin embargo, son corredoras como ella las que hacen de las carreras por montaña algo diferente. Aquí está su carrera, en sus propias imágenes. Treinta horas de esfuerzo, cien millas recorridas, un millón de sueños...todo en apenas 14 minutos.
Hoy andamos en plena temporada alta de inscripciones para los grandes ultras que nos esperan este verano. Sirva esta historia como pequeño homenaje a cada amazona que nos acompaña en esa línea de salida. Que no se echa atrás ante la idea de retarse a sí misma durante horas, días, de carrera por montaña. Se llaman Mónica, Nerea, Carmen, Mercedes, Pilar, Almudena, Paloma, Ana...y están a nuestro lado. Muchas veces por delante de nosotros, los varones. Siempre, inspirandonos con su ejemplo. Sin ellas, este mundillo no sería lo que es. Como Katie, vencedoras todas.
Todo un ejemplo de lo que debe ser el verdadero deporte popular y el mundo de la montaña en particular. Una campeona, sí señor. Un abrazo y feliz año.
ResponderEliminarMe ha encantado! Muchas gracias por compartirlo. Un besote
ResponderEliminarSon duras como el hierro, hay que reconocerlo.
ResponderEliminarMe encanta esta historia. Y me recuerda mucho a la de Julie Moss, también norteamericana, cuya historia emocionante (y hasta cierto punto espeluznante) conté hace poco.
ResponderEliminarMujeres así inspiran.
Feliz año, Atalanta. Ese espiritu es el q nos mueve con el dorsal por los montes, bien dices.
ResponderEliminarAupa Celina. Pronto tendrás alguna historia ultrera que contar por tu lado tambien, seguro.
Y un lujo tenerlas al lado, Emilio. Ojalá fueran más, muchas más.
Cierto, Atalantas. Y tambien me ha gustado mucho la historia de Moss q contabas, aun con su mucho de inconsciente :-)
Que grande entrada hacia su persona Mayayo, gracias por compartirla con nosotros. Para los los que estamos alejado de esas grandes carrera, quedaría en el olvido.
ResponderEliminarFeliz año amigo