Era una mañana fantástica de Verano, el sol brillaba en todo lo alto, todo estaba preparado, los veleros, las tablas, la moto de agua, buceo, pesca, todo apuntaba a que ibamos a pasarlo en grande todo el fin de semana navegando por aguas mediterraneas.
Decidimos comenzar por una sesión de wakeboard (se trata de hacer snowboard en el agua con una tabla de kitesurfing). Todo va genial, es la tercera o cuarta vez que lo pruebo pero para aquellos que llevamos tiempo practicando deportes sobre un tabla, que te cambien la forma de la tabla o la superficie que haya debajo, son simples detalle de forma y te adaptas rapidamente. Me lo estaba pasando pipa, giros y más giros se sucedian, incluyendo una sesión de Speed sobre la tabla remolcado a más de ¡55 nudos!, eso sí la hostia fue de las que marcan época...pero nada me hacia pensar lo que pasaría 30 minutos después.
Decidimos que regresariamos al barco para descansar un rato. Yo estaba en el agua flotando, esperando que la moto me trajera de nuevo el cabo de arrastre. Un avez que lo trajo, me di cuenta con sorpresa, que el cabo hacía como unos bucles alrededor mio que no me gustaban un pelo, sobre todo porque mi compañero no se había percatado de mi situación y se preparaba para remolcarme al barco suavemente. Conseguí deshacerme del nudo que rodeaba mi cuello (menos mal´, porque hubiera sido mi fin). Sin embargo, segundos antes de que la moto arrancara, me percaté, demasiado tarde, de un nudo que rodeaba mi rodilla derecha. Solo me dio tiempo a pensarlo porque décimas más tarde me encontraba sumergido a más de un metro de profundidad, arrastrado por mi rodilla. la sensación es indescriptible, la impotencia total. Fui arrastrado de 20 a 25 segundos, que me parecieron horas, la sensación de dolor en la rodilla (con sotura de ligamentos y menisco incluidos) pasó a un segundo plano ante la sensación de ahogo. Es cierto, notaba que estaba al límite de lo soportable y solo quería ¡Aire!.
Finalmente, una chica desde el barco (mi angel de la guarda en la tierra), se dio cuenta de que la moto arrastraba algo debajo del agua e hizo señales para pararan. Así lo hicieron, y yo emergí cual boya reventada por el paso de un ciclón. Lo que piensas en esos momentos, debatiendote entre el dolor y la alegría de de respirar de nuevo, es parte de la ficción y no se puede entender fuera de ese momento.
Y aquí estoy, llevo ya 30 dias colgado de una muletas, esperando que me operen de ligamento cruzado anterior y menisco el día 6 de Septiembre. Por suerte me he puesto en manos de uno de los mejores médicos de España en Traumatología deportiva,que por si alguien lo necesita,lo puede encontrar en http://www.ripollydeprado.com/.
El resumen final, seís meses de rehabilitación, hasta que recupere la movilidad y mi nuevo ligamento funcione como antes. Solo me queda soñar, con que este Invierno, pueda saborear sus últimos coletazos, allá por Febrero y Marzo.
Un saludo a todos y que la experiencia no os haga más confiados sino más atentos.
PD: Sergio, necesito alternativas para este invierno, echamé un cable.
aupa conguito!
ResponderEliminardentro de unos meses nos reiremos de todo en lo alto de un pico nevado.
Un abrazo,
Mayayo
Hace tiempo que no te leo, pero menuda mala suerte, no??
ResponderEliminarVengo de la entrada de los 15 Km de Tres Cantos y por lo menos veo que te has recuperado perfectamente!
Un saludo!!