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23 sept 2007
Barrancos de Alpes Marítimos 14-22sep07
Pues tras mucho desearlo por fin llegó la semana de vacaciones prevista para cumplir Alex y yo nuestra ilusión de barranquear por una de las zonas míticas de toda Europa: La región que forman La Provenza, los Alpes Marítimos y la Costa Azul, con Niza como capital.
Claro, la logística para una salida de este tipo (3.300 km en 8 días) era bien compleja.
Por un lado, toda la info y el el material técnico para meternos en barrancos de lo más variado: por rapeles, horas de duración, caudal, tipo de roca y demás.
Por otro lado, los seguros (gracias Dallas!) , transportes, comida y alojamiento para dos cañoneros rodando de valle en valle con el tiempo justo. Todo, comprimido en una semanita que era lo que había disponible.
La solución adoptada:
Por lo técnico llevamos unos 170 metros de cuerdas, en cuatro rollos de 60, 50, 30 y 30m respectivamente. Tambien, info surtida de los foros cañoneros franceses y de nativos del lugar (gracias Pablo!) e incluso una guía de barrancos de la zona con más de 100 opciones. Y claro: Cascos, neoprenos, arneses, puños jumar, poleas de tracción, clavijas, maillones, maza, burilador, spits y resto de chatarrería de seguridad.
Por la parte de viaje, optamos por ir los dos en una Renault Espace, y con una bici de montaña para recuperar el coche. Así, desde el final de cada descenso volvíamos a pedales hasta al inicio.
El objetivo: Ante todo, conocer y disfrutar la zona, recorriendo sus pueblos y valles más famosos: Loup, L'esteron, Vésubie y Roya.
En lo barranquista, descender al menos 4 de los cañones emblemáticos de la región, así como aquellos otros barrancos con chispa que pudieramos combinar bien con los cañones-estrella.
Y por fin, con una magnífica previsión de meteo nos pusimos en marcha un Viernes por la tarde. Subimos a nuestro particular "Halcón Milenario" con rumbo a Niza. En nuestros planes, poder descender una decena al menos de las joyas barranqueras que surcan los valles provenzales, más de 1.500 km más alla.
Ay, qué buena pinta tiene este viaje... y qué impaciencia de que sigas contándolo !!
ResponderEliminarMe has dejado con la miel en los labios, tras leerte espero que no me entre la fiebre de los barrancos ;-)
ResponderEliminarQué buena pinta tiene todo, lo único malo... las alturas.
Lo que dice Santi Palillo: miedo me doy como me entre la fiebre :)
ResponderEliminarMucha suerte Mayayo, que todo os salga según lo previsto y disfrutéis a tope de esa excursión.
ResponderEliminarComo viven algunos, redios¡¡
ResponderEliminarSe os ve buena cara, espero que haya ido todo perfecto.
Saludos desde la estepa.
¡Qué chulada!
ResponderEliminar¿Dónde estará metido Mayayo?.
ResponderEliminarBuena crónica, las fotos son estupendas. Creo que la próxima vez me voy a apuntar, y aunque no me meta en los cañones, me quedaré leyendo en esa estupendísima terracita del bar del pueblo (la de la foto)leyendo un buen libro y disfrutando de la tranquilidad.
ResponderEliminarEstoy impaciente por seguir leyendo vuestras perícias.
Enhorabuena por vuestro viaje.
mayayo se quedo atrapado dentro de una cascada...
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