"Con la llegada de los primeros fríos, rebaños y pastores transhumantes bajan de los altos pastos a las llanuras para alcanzar sus invernales. Los animales salvajes, en lo alto, van cambiando el pelaje por otro más denso y abrigado..." Aún me parece oir a Félix R. de la Fuente.
Así tambien, cuando el grajo vuela bajo, es que toca ya cambiar las carreras de monte por las de asfalto. Los bajoceros mesetarios los llevo asociados al zapatear por calles y carreteras. Los dorsales al pecho de esta temporada, casi siempre en la capital. Las distancias, las clásicas 10k y media maratón.
Las sensaciones, radicalmente distintas que correr por el monte, claro. Pero tambien llego a disfrutar ese ritmo uniforme del piso artificial. Entrenos bajo la lluvia, el golpe del cierzo en la cara, orejas y manos heladas. Días rodando largo y tranquilo, días a ritmo alto, pero siempre el tap-tap de las zapatillas sonando un paso tras otro, y otro.
¿Las carreras callejeras del invierno? Placer sadomaso: Madrugones gélidos como prólogo a latidos desbocados y sangre en la boca, dale que dale. A veces la eternidad dura cuarenta y tantos minutos. Otras, se alarga durante hora y media o así.
Por este camino, el invierno pasado galopamos entre diciembre y febrero por los 10k de Akiles, Sansilvestre vallecana, Trofeo Paris y Usera. Como media maratón, la clásica pingüina de Getafe un año más.
La nota exótica 2009 fue ponernos una maratón como fin de fiesta de "febrerillo el loco": En este caso, para cobijarse un poco del frío nos fuimos a correr la Marasevi. La variedad y el gusto, dicen.
Pues al frío vamos ya, de cabeza: Un año más nos acompañan cielos oscuros, guantes, buff, mallas largas y resto de aperos. Apuntado en firme al Akiles 09, la Sansilvestre vallecana 09 y al propio Trofeo Paris 2010. La media de Getafe tambien en cuanto me dejen, claro.
Y desde las rebatiñas callejeras, mirando siempre de reojo a lo alto para echarse alguna carrerita por el monte cuando el invierno da cuartel. Conociendo bien bien las sendas, y yendo adecuadamente forrado, esos trotes por senderos nevados pueden ser algunos de los mejores momentos que saborear luego en la memoria. De té en té -o de orujo en orujo- mirando a la chimenea.
Ah! Y la carrera de Navidad de Cercedilla, visita obligada, un año más. Aquí teneis toda la info disponible de momento para la edición 2009 de la misma.
¡Al frío!
El frío mola, digan lo que digan.
ResponderEliminarY correr con lluvia, también.
Slds
En el Akiles nos veremos, de asfalto pero con regusto campestre :D y un frío de tres pares también
ResponderEliminarNo me había planteado lo distinto que tiene que ser correr en asfalto o en el monte pero me ha encantado imaginarme el sonido de las zapatillas!
ResponderEliminarNosotros le hemos dedicado un post a las San Silvestres que hay en navidad como alternativa saludable, pásate a echarle un ojito si quieres o para añadir la de Cercedilla en los comentarios, que no la hemos incluido.
Saludos!
Buena información meteorológica, si señor!
ResponderEliminarSi es que el invierno está aqui!!!
Vi el domingo desde mi terraza, cuando la calma después de la tempestad, la nieve sobre tus montañas y me imaginé que estarías contento. Al menos el cielo limpio, y ese blanco, infunden optimismo.
ResponderEliminarsi si Fer. hala, a tiritar felices por unos meses, jaja.
ResponderEliminarUf miguel, pues aun recuerdo el Akiles sobre hielo del año pasado y fue...intimidatorio, por decirlo de alguna forma. Pero claro, ¿quien se resiste a galopar por esa CdC invernal?
pruebalo pues cuando quieras, moving. seguro que vehiculo para desplazarte al monte no te habrá de faltar. :-) interesante el articulo que comentas, ya lo vi. a ver si encuentro el momento de ponerte lo de Cercedilla como sugieres.
y no sabes hasta que punto Rafa, aqui estamos ya bajo la nieve, literalmente.
Nevados y contentos, Pablo, que razon tienes. Y es que la vida sin pasar frío en invierno, calor en verano, respirar el aire de primavera o ver los colores del otoño, pues...sería menos vida, verdad?
Pero divertido ehh? yo unos cuantos sustos me llevé subiendo a Garabitas :D hubo que levantar el pie del acelerador...
ResponderEliminarFrío, frío..., mmmm, ¡qué rico!
ResponderEliminarPersonalmente diríase que todo en mí funciona mejor con el fresquito invernal. En verano me encuentro flojo, desmotivado, débil, (más) torpón... Por contra el frío me resulta estimulante y vivificador.
Un abrazo. ;-)
si, sr danzig. Si a mi ritmo paquetil daba vértigo esa helada, imagino que los corzos como usted se jugaron el pelaje entero, jaja.
ResponderEliminarfaltaría más, Carlos. Imaginate criarse en Avila y salir aficionado al calor tropical. Nada nada, has salido como debías :-D