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22 ago 2019

CHAMONIX 2008: AQUEL PRIMER UTMB. Mi meta en la CCC, el primer oro de Kilian....el camino hasta 2019



CHAMONIX, 2008. Ya estamos aquí, Es nuestro primer viaje al Ultra Trail Mont Blanc que ofrece este año dos carreras de montaña. Yo correrá los 98km de la CCC y antes/durante(despues junto a Ana, trataremos de contar envivo lo que ocurre en la prueba reina de las cien millas.

Al salir de Courmayeur para mi carrera. tras compartir un café donde nos hacemos esta foto, aun no lo sabemos, pero esta UTMB 2008 cambiará la historia: Seremos testigos de la primera victoria de Kilian Jornet.

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CCC 2008, TAL COM ERAMOS. 
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La carrera eran 98k/D+5.100m con este mapa y perfil. No ha cambiado mucho hasta 2019.





Nosotros, los de entonces, como hemos cambiado....o igual no tanto. 

Con Sergio y Moisés en la salida. 

Paso del control de Trient, esto ya está....

Meta en Chamonix, con el saludo de Catherinne Poletti

Aquel primer chaleco
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CRÓNICA Y VIDEO CCC 2008

Pues ahí estuvimos y así lo contamos: Os dejo aquí enlace a mi crónica personal de aquel CCC2008; La carrera de los 1.241 ganadores" y rebusco tambien en el cajón para el ingenuo videomontaje diapos que colgamos en el recién estrenando canal de Youtube, hace ya once años. 



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7 sept 2016

Corriendo el Mont Blanc (2008-2016): La TDS, lo más rocanrol de Chamonix.


Cruzo la meta de la TDS en Chamonix. Ana sonríe bajo la pancarta. Han sido 27 horas  por las sendas mas agrestes y apartadas del gran macizo alpino. Es tambien el final de mi particular "Trilogía ultra del Mont Blanc". 

Arrancamos hace nueve años, llenos de ingenuidad en aquella salida de la CCC2008 desde Courmayer. Pasamos luego dos años de limón en las cien millas del UTMB, antes de probar de nuevo las mieles de meta en 2013. Hoy quería retratar lo que han sido esas última huellas tras los Duques de Saboya, tercera y ácida guinda de este pastel alpino, cocinado a fuego lento.

Los chalecos de CCC 2008, UTMB 2013 y TDS 2016. Buenos recuerdos.

Asalto al Fort de La Platte. La vieja fortaleza domina los altos de Bourg Saint Maurice, colgada a  dos mil metros. Desde sus muros, contempla la penosa ascensión, metro a metro, del batallón de ultreros en TDS. Llevamos ya 56km de carrera y estamos remontando casi 1.200 metros verticales en los cinco kilómetros que enlazan el valle con las almenas que lo guardan desde lo alto.

Desgaste acumulado, feroz desnivel y los casi 40º al sol que chupamos sin sombra se combinan para ir derribando corazones, uno tras otro. Por momentos, es dantesco ver corredores caídos, refugiados a la sombra de cualquier arbusto. Buscamos un mínimo momento de respiro. Muchos abandonan. No pueden más, se dan la vuelta para bajar tristes al valle.

Esta mañana a las seis, salimos 1.800 dorsales a por los 120km de TDS avisados sobre la ola de calor que nos esperaba. Y qué cierto es: Pese a varios equipos de emergencia de la organización, con hidratación extra para tratar de frenar la escabechina, serán casi 400 quienes se rinden en este tramo, vacíos tras esta batalla bajo los cañones de La Platte.





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Durante este calvario, recuerdo una y mil veces aquella primera "Partenza" hace nueve años corriendo hacia Suiza desde Courmayeur. Salí con los ojos húmedos de emoción tras el canto del Fratelli de Italia: Ante mí entonces, los cien kilómetros de la CCC08 y toda la inexperiencia del mundo en mi mochila. Qué distinta fue mi salida de hoy: Autobús de corredores en Chamonix a las 4.15, traslado a Courmayeur. Preparativos tranquilo, sin prisas, metido en resolver los 1.001 detalles prácticos de toda ultra. 

Al fin, a las seis de la mañana arrancamos. Los primeros kilómetros remontaremos casi dos mil metros del tirón, siempre con grandes vistas sobre las caras norte del Mont Blanc y sus hermanos. Es monento de charlar tranquilo con el argentino Adrián, el mallorquín Manuel o Marce, veterano del Tor des Geants. Y es que aquí, novatos en esto de los ultras, ya no hay. Del filtrado previo se ocupan los 7 puntos que exige la organización. 

Aún así, no deja de chocarme el fuerte ritmo de salida de todo el pelotón. Puede que me esté pasando factura la edad, tan cerca de los cincuenta ya. Quizá me pesa no haber dormido apenas en las dos ultimas noches, o será el llevar las piernas como piedras por no ver al fisio en las últimas semanas. En fin, sea lo que sea paso el primer control en el puesto 752 de los 1.794 que arrancamos hoy. Así nos retrata Manuel a los dos en ese primer control de Maison Vieullux.



Curiosamente, las duras rampas hasta los 2.584m del Col Chavanne me sirven para disfrutar de unas espectaculares vistas del macizo alpino...y ganar más de 40 puestos en el pelotón. Estos rampones duelen, sí, pero coronar el Col y volver la vista atrás es un lujo. Un miembro del Soccorso di Montagna italiano que allí nos guarda me ve tan pasmado que se ofrece a hacerme una foto. ¡Grazzie mille! 

Seguimos tras las huellas de los Duques de Saboya. Un estado independiente que naciera allá por 1416 entre las montañas de Francia e Italia y  tras una agitada existencia fue desmembrado de forma definitiva en 1860.  La vieja capital, Chambéry, se halla en el actual departamento francés de Saboya. Se extendió tambien por Alta Saboya en Francia, Chamonix y las zonas italianas del Valle de Aosta, Courmayeur e inlcuso del Piamonte llegando a controlar e algún momento de su historia ciudades como Niza o Turín. 

Tras la Revolución Francesa, el Ducado fue ocupado por la joven República y en 1860 la región histórica de Saboya fue "cedida" al Segundo Imperio Francés de Napoleón III quien la troceó en los actuales departamentos de Saboya , Alta Saboya y Alpes Marítimos.  Mientras, la vertiente transalpina sigue bajo la bandera verde, roja y blanca. Aun hoy se ven pintadas esporádicas en la zona reclamando la vuelta al histórico Duché de Savoie/ Ducato di Savoia

Col Chavanne a 2.564m. Al fondo el Mont Blanc. Por delante, largo descenso al Col PetirtSaint Bernard. 


En estas voy pensando mientras afronto el largo, largo descenso por pista tumbada camino del Col Petit Saint Bernard. Son casi 15km "de regalo" para rodar fácil bajando, pero en apenas dos veo que llevo las piernas tan cargadas de las semanas previas que se me montan los músculos. ¡Bobo! Ahora pagas no encontrar tiempo para el fisio antes de correr. 

En fin, voy alternando correr/caminar como se puede, aunque esta torpeza me cuesta perder bastante tiempo. Como referencia, aquí me pasan casi 50 compañeros, corriendo con piernas más frescas hasta el Col. Bien por ellos, más espabilados en preparar la carrera de lo que yo estuve.

Lo mejor en este tramo, encontrarme con Quim Farrero y Ana Memphis. Han venido siguiendo la carrera para ir retratando a todo el pelotón, élites y populares. Y ahí ando yo, en el puesto 738 retratado por la cámara del primero entre los últimos herbazales previos a coronar los 2.188 metros del Pequeño San Bernardo. 

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Parada breve en el avitu del Col, que lo peor aun espera. Segunda bajada tumbada, ahora a pleno sol hasta Bourg Saint Maurice. Las fuerza van más justas, o hay mucho respeto al subidón tras el burgo, porque aunque en este tramo se reproducen mis problemas de cuadríceps, no pierdo puesto alguno. Es más, llego al final de la bajada y entro en el control del kilómetro 56 tras 8h27min. Los líderes de carrera Pau Capell, Yeray Durán y Jessed Hernández pasaron por aquí en 4h53m. ¡No somos nadie!

Y aun vamos a ser menos, porque la metralla de sol que arrasa la ascensión al Fort de la Platte y el penoso avanzar despues hasta el Comtet de Roselend hacen que complete los primeros 66km de carrera en 13h27. Nada menos que cinco horazas para recorrer quince kilómetros, incluido el precioso Col de Forclaz y los primeros tramos técnicos con cuerdas fijas de la carrera.




 Luego, vendrán muchos más, pues casi una quincena de tramos asegurados jalonan la TDS, varios de ellos incluso cuentan con guías de montaña de Chamonix encordados, velando porque el descenso de todos sea seguro. 

 El control en Roselend parece un puesto avanzado de la infantería norteamericana en Vietnam. Han sido 400 bajas en este tramo. Pude por momentos ser una de ellas, pero logré superar la tentación. Aquí toca comer bien y arroparme. 

Visto el  sueño atrasado y la pesadez de piernas, mi objetivo inicial de 25 horas parece irreal, así que trato de amarrar la meta aun asumiendo que pueda perder un par de horas por el camino. De hecho, aqui el parón será de casi 50 minutos, entre comer tranquilo y muda completa de ropa con que afrontar seco y abrigado el relente nocturno. 



Cae la noche. Tras completar 66k no pienso en otra cosa que los 53k restantes a meta.  ¡Vamos! Me gusta correr de noche por las montañas. La falta de referencias hace de cada paso un algo más intenso, más fundido con cada roca que pisamos, con los olores del arroyo que bordeamos y el brillo encendido de las estrellas en los Alpes. Así pasamos a buen ritmo bajando hasta los 1.667m del control de La Gitte antes de afontar una nueva subida para buscar el Col Joly y el refugio de su mismo nombre otra vez remontado hasta los 1.989m. Subir y bajar por senderos estrechos de montaña o entre lajas rocosas es la base de la TDS. 

Una carrera violenta en sus desniveles y en su terreno, si la comparamos con sus hermanas del Mont Blanc. Si te gusta la montaña técnica, estos Duques de Saboya tocan lo más rocanrol de Chamonix. Si esta no es tu música, corres hasta riesgo real en estos tramos. Y más de noche. Seguimos al trote mientras todo el valle de Joly retumba en la noche con el rock que desgrana el altavoz del refugio, que atrona a todo volumen. 

¡Menuda fiesta! Suben los ánimos tanto como mi frontal se bebe las pilas. Pesa el sueño, poca luz...llevamos ya casi 85km y más de 19 horas de carrera. La una de la mañana ya. Trato de prestar atención al terreno. Si hubiera dormido más los dias previos... 

Por desgracia, según bajo a Joly soy testigo de un grave accidente: Tramo técnico de lajas en descenso, tropezón tonto de un fracés (Cansancio, la noche, torpeza. ¿Qui lo sá?) que derriba asimismo a un japonés. Cabeza abierta del primero y feo golpe en la espalda con desvanecimiento del segundo son el resultado. De inmediato los socorristas apostados al pie de este tramo delicado entran en acción para arroparlos, estabilizarlos y prestarles los primeros auxilios. 


Me ofrezco a ayudar, pero me explican que no les puedo ser útil ahora: No pueden moverlos a mano con esas heridas, siendo de noche tampoco podrá volar el helicóptero. Tan solo queda esperar un amanecer aun lejano, con los socorristas velando a los heridos. Me ordenan seguir la marcha para no enfriarme y convertirme en un problema más para ellos. Sigo adelante, ahora decidido a pararme a dormir en cuanto encuentre el lugar adecuado. Curiosamente, en todo este tramo intermedio, desde los 51km a pleno sol del Burgo hasta estos 85km de Joly he ganado casi 250 puestos. 

Se ve que no deja de ser efectivo a esta altura del pelotón aplicar un ritmo lento pero machacón, sin parar de avanzar entre las rocas durante la noche. De hecho, en los últimos 80km a meta, desde Sant Bernardo, no haré otra cosa que ganar puestos en el pelotón hasta cruzar meta en el puesto 403 de entre los 1800 que salimos. 

Y ojo, que en cuanto llego al pueblo de Les Contamines a las 3.28 de la mañana cumplo mi promesa: Como y me tiro en un banco como puedo, para echar una siesta de una hora.



Me despierto muy animado, aunque con el cuerpo destemplado por no arroparme. Buff, es la primera vez que necesito parar a dormir en plena carrera, pero estaba frito. Nunca más echarme a correr sin dormir adecuadamente los días previos. Fueron 5 horas una noche y tres a la siguiente lo que llevaba en el cuerpo. Mi triste excusa: Había mucho trabajo cubriendo en vivo todo lo que genera el UTMB. Un error. Por muy veterano que seas y aunque aguantes bien la falta de sueño, no se debe uno permitir jamás tonterías así. Quien sabe si no pude haber sido yo quien diera ese traspiés, en vez del francés.

Pero aquí estamos y ahora, la carrera ya es mía: Tras más de 21 horas dándole, vuelvo a la pelea tras 102km,  resucitado por esa cabezada y un par de cafés en polvo bien calientes. Me lanzo con nuevas fuerzas a por las dos ultimas (¡Por fin!) grandes rampas de esta aventura: 

El ultimo arreón suma otros 1.200m de desnivel positivo  desde Les Contamines hasta el total de D+7.200m que en 119km oculta esta carrera. Lo que os decía, majos: PURO ROCANROL. Y el gran solo de guitarra, que está a punto de llegar. 

Escalamos por fin el mítico Col Tricot, un muro vertical que remontamos penosamente hasta coronar sus 2.120m como caracoles. Desde los bucólicos chalets de la Miage, enlazamos curva tras curva del sendero sobre el que nos amanece. Curiosamente, aunque me eché una hora a dormir en el pueblo abajo, llego a lo alto de este collado sin perder posiciones. Han sido tres horas para ascender estos 7km/D+1200m. Vale que me tiré una de ellas tumbado en el banco, pero se ve que esa hora de descanso no fue tan mala decisión, visto el ritmo al que va ya el pelotón a estas alturas.




Pasamos por aquí ya con el alba bien asentada, justo a tiempo para admirar el soberbio glaciar que nos domina. El gigante blanco, el Rey de los Alpes está ahí mismo, a un paso. Ya había recorrido este tramo final en mis entrenamientos previos. Volver a verlo ahora en carrera, me inspira verdadera euforia. Amanece un nuevo día, estoy sano y entero, disfruto unas vistas increíbles...y la TDS ya es mía. ¡Vamos! Ultimos 17km a meta. Además casi todo es ya bajar y bajar. Ya era hora. 

Tramo bellísimo este: Con el día recién abierto, galopo bajo el Mont Blanc gozando de enormes panoramas. Cruzo puentes colgantes y disfruto de las vistas desde famosos miradores alpinos como Bellevue. 

Entrañable puente colgante sobre el desagüe del glaciar.


Descenso ininterrumpido hasta el pueblo de Les Houches. Corremos, reímos.... Cada compañero que me cruzo lleva una enorme sonrisa grapada a la cara. Tras tanto penar subiendo gozamos ahora como niños del descenso final. Sabemos que el valle de Chamonix se abre ya ante nosotros y nada va a pararnos antes de meta.  Paso el último control, tras 111km/D+7072m superados en 26h20. Dos traguitos de coca-cola y adelante, vamos a por la meta ya. 

Son ya unas 30 ultras completadas para mí, pero el final de cada una es siempre diferente: A veces, el cuerpo pide andar el tramo último, saborear esos kilómetros al paso. Así me ocurrió en carreras como Leadville o la más reciente Lavaredo. Hoy sin embargo, al pasar Les Houches y embocar los 8km del remate en muy ligera subida hasta la meta de Chamonix, quiero correr, empujar hasta el final. Han sido nueve años corriendo el Mont Blanc, que el corazón me pide acabar al galope. Acelerado voy.  Los saludos de amigos al entrar en Chamonix me animan aun más, es un ultimo kilómetro inolvidable....


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Saludos aquí, allá, la afición que anima....¡Esto es Chamonix! Aquí cada dorsal es acogido como un héroe, un triunfador. Siempre hay aplausos en tu camino hacia la meta, seas el líder del pelotón o su farolillo rojo. Ahora es mi turno, entro en la recta final. La música, el arco y allá me espera Ana. 

Una alegría especial. Nueve años despues de aquella primera meta en esta misma plaza, volvemos a compartir estos momentos. Cruzo. Una foto más. Un beso. Completado.

 La trilogía ultra del Mont Blanc ya está ahí: La niña bonita que fue aquella CCC del 2008 resuelta en 21 horas; la gran reina de dos noches, vividas en la  UTMB 2013 durante 38 horas y al fin esta madrastra saboyana que es la TDS 2016 , que me ha exigido 27h24m completar la tríada. 


Cerrando el círculo: Courmayeur, salida de la CCC 2008. Contigo empezo todo. 
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TDS, FICHA PRÁCTICA: MATERIAL Y DETALLE TIEMPOS. 

Por si alguien tiene interés en referencias, os dejo aquí algunas ideas sobre el material empleado y las sensaciones con el mismo hasta cruzar la meta de Chamonix. A cada uno le funciona una cosa, cierto.  La verdad que en esta ocasión quedé contento con casi todas las apuestas que hice sabiendo que corrreríamos con meteo estable y bajo una ola de calor. Otros años fue nieve, lluvia y ventisca y la jugada fue mi diferente al pensar en material y estrategia, conste. 



  • Mallas Hoko: Durante las primeras horas al sol con malla corta, despues la noche con malla pirata. Era un algo sentimental más que otra cosa, pues esta  pirata ya compartió conmigo las cien millas del UTMB 2013.  
  • Mochila Salomon Sense Ultra 3L: Compañera en varias ultras ya, de la Haría Extreme 2015 al reciente Lavaredo Ultra Trail en Dolomitas. Cómoda y accesible, por encima de todo. Aunque hubiera agradecido portear no uno, sino dos o tres litros de agua en el infiero de La Platte :)
  • Zapatillas Dynafit Feline Ultra: Impecables. Gran protección en todo momento y buen agarre en los tramos técnicos, secos o mojados, donde tanto se necesitaba fiarse de cada apoyo. 
  • Bastones Black Diamond Carbon Z de 130cm. Vaya tute les he pegado. Una carrera muy de bastonear, excepto los dos largos descensos tendidos de Col Chavanne y San Bernardo.

Mi ficha técnica de carrera, tal como la deja retratada para todos la organización del UTMB la teneis aquí a continuación. 




¿Y ahora, qué?
Pues ante todo, recuperar el cuerpo y saborear esta tercera ultra del Mont Blanc. Ya me deja claro el ranking ITRA que no ha sido un día grande en lo deportivo para mí, por debajo de mi nivel habitual según ellos.  Pero a Dios gracias, en las carreras de montaña hay mil factores más que nos quedan en la memoria y esta TDS en lo personal es un recuerdo dulce. 

¿Próxima cita? Cuentan que en Octubre al sur de Francia se celebra el Festival de Templiers. Un evento descomunal, con casi una decena de carreras por lo que fueran antaño las regiones de los cátaros. Y una prueba reina de 76km. No estaría mal poder ser parte de esa fiesta, verdad? Ya veremos, ya. 
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MÁS SOBRE MONTAÑISMO, TRAIL RUNNING Y OTROS. 
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Info redactada por Mayayo para mi blog personal

18 sept 2013

Ultra Trail Mont Blanc 2013, crónica personal: "Había una vez una Ballena Blanca en Chamonix..."


La caza de mi "Ballena Blanca" empezó hace años ya, una mañana a los pies del Rey de los Alpes. Terminaba entonces, tras 21h de carrera, los 100km de la Courmayeur-Champex-Chamonix 2008. Una explosión de alegría me desbordó: Llegué el 404º de unos 2.000 dorsales y desde una nube de euforia junto a Memphis me sentí preparado para abordar en 2009 a su hermana mayor, los 166k/D+9400 del Ultra Trail Mont Blanc, con un objetivo en meta de 40 horas. 
Me equivoqué. 

Agosto 2008 paseando previo a CCC. Arrancaba una larga singladura

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LA CAZA DE LA BALLENA BLANCA EN CHAMONIX (2009-2013)

Esta es la historia de dos asaltos frustrados y un tercero completado correctamente:  Las intentonas del 2009 y 2011 sirvieron para vivir buenos momentos tambien y sobre todo para aprender lo suficiente hasta resolver el problema este 2013 en 38h41m. (Puesto 615º de 2695 dorsales en la salida) 


Cartel del UTMB2008, la edición que nos "enganchó" a las carreras de Chamonix. 


UTMB2009- El frío: Un año después de las risas en la meta de CCC 2008, allí estábamos de nuevo: Eramos tres. Pedro (Wildrunner) y yo listos para correr la UTMB 2009 entre 2.500 dorsales, con Memphis como apoyo. Lo intentamos, con suerte diversa. Pedro cruzó meta tras 41h. ¡Bravo! Yo lo dejé por frío en Champex, tras 123k recorridos en 28h, marchando sobre el puesto 1.000º. Horas después, tras un par de duchas calientes, aún tiritaba descontrolado en la cama. Mucho que aprender todavía.  Aquí la crónica del primer fiasco, con macabros detalles incluidos :)

Con Pedro Gómez (Wildrunner) al lograr completar su UTMB09. Una gran alegría. 

En 2010 Seguimos aprendiendo: Las 100 Millas de Leadville fueron buena escuela. Pese a que toda la prueba discurre entre 3.000 y 4.000 metros, pese a que el tope de tiempo son apenas 30h en meta, logramos resolver bien el problema y completar aquellos 161k/D+5.500m en 28h. ¡Alegría! Era el primer español en hacerla en su Historia. Un viaje magnífico y muchos ánimos para volver a Chamonix al año siguiente. Aquí crónica de nuestras "Cien Millas de Villaplomo"

Con Memphis en meta de Leadville 100 Miles tras 28h22m de carrera. Sí, se puede :) 


UTMB2011-La cabeza: La vuelta al UTMB2011 nos pilló como extras en la película más larga y dura de su Historia. A una meteo infernal, con lluvia desde la salida y nevadas en los altos, se unió un recorrido alternativo absurdo de 178k. Todo se unió contra los pobres corremontes que soñábamos con dar la vuelta al Mont Blanc. Sin embargo, las lecciones aprendidas desde 2008 me llevaron mejor y más rápido que nunca hasta los pies de Champex: Puesto 540º de la carrera en 23 horas, y además con la compañía de David y Mario.

Con David y Mario, llegando los tres ateridos a La Fouly tras 23h de carrera. 


Salimos de La Fouly rumbo a Champex y allí, algo pasó. Mi cabeza vivió un “momento Forrest Gump” en que seguir corriendo perdió todo sentido e interés. Con más de 28h y 120k a la espalda, sin padecer daños relevantes, de repente decidí dejarlo. “No quiero seguir corriendo, me voy a casa”. Lo único bueno que salió de allí fue ver cruzar meta horas después a compañeros como David, Mario, Chusta…que se llevaron el chaleco de finalista más difícil de la historia de la carrera, en la edición con más abandonos (52% de los corredores) en los 11 años de la misma.  Aquí la crónica de entonces

UTMB2013- ¡Por allí resopla...! Es mi tercera salida desde Chamonix para dar la vuelta entera al macizo del Mont Blanc. La organización da un tope de 46h. Yo sigo con mi viejo objetivo del sub40h. La carrera ha crecido algo en estos años, serán 168k/D+9600m. Si hoy no sale, quizá sea mejor dejarlo enfriar unos cuantos años. El gran Scott Jurek, al fin y al cabo, lo ha intentado 5 veces aquí y solo acabó una, tirando la toalla de forma definitiva tras UTMB2011 y explicándolo así. 

Por mi lado este 2013 no estoy nervioso en absoluto, ni siquiera en la salida. Creo que los años han pasado a mi favor y que mi motor podría incluso llegar en 36h…siempre y cuando no vuelva a visitarme Forrest Gump. Sigo hablando de 40h como objetivo “oficial”, pero en mi ordenador tengo un plan de carrera hecho para 38h30 en meta. No lo comento con nadie, ni siquiera con Memphis, pues ya fallé dos veces antes. Ese plan personal contempla pasos intermedios de 14h20 por Courmayeur (78k); de 26h para Champex (123k) y 33h20 en Vallorcine (148k).

Son las 16.30 de la tarde en la Place de L´Amitié. La Poletti nos confirma que habrá “Beau Soleil”. Esto es: Nos esperan cielos azules, sol y estrellas en lo alto, será un hermoso marco para la aventura. Suena “La Conquista del Paraíso”, 2.695 dorsales arrancamos.


La salida del pelotón este año es la más suelta que nunca ví. No hay aglomeraciones absurdas, pasas y te pasan con cierta facilidad, se trota a ritmo alegre pero no suicida. Se ve que aquí hemos aprendido todos. La caravana de ultreros del Mont Blanc tiene cada año más y más nivel, de largo. A poco de salir, antes incluso del km8 en Les Houches  ya estoy trotando de charla con Baldo y con Luz. Poco sabemos los tres que, sin haberlo buscado, iremos haciendo carrera compartida durante más de 34 horas, hasta pisar el Col des Montets en el km 150.

Los km irán así pasando con una sorprendente naturalidad. Baldo y yo haremos camino juntos casi desde la salida, manteniendo cada uno su propio ritmo pero con diferencias tas finas que saldremos siempre reagrupados del siguiente control. Los dos hemos pasado prácticamente juntos en los últimos dos años por varias ultras, de la Madrid-Segovia 2012 al reciente Gran Trail Peñalara 2013 y ya sabemos que andamos en ritmos parejos. Asi pues, progresamos sastisfechos, comentando recuerdos de otras carreras y las jugadas de esta en curso. Vamos haciendo ruta siempre sobre el puesto 550º, veinte arriba o veinte abajo.

Con Baldo en la meta de Magovia 2012. Ultreros, los mismos caballitos en distintas norias cada vez :) 


Baldo y yo entramos contentos en Courmayeur tras 78k de carrera. Es la gran base italiana de la carrera y único punto de la misma donde se permite dejar depósito personal con ropa limpia y vituallas. Llegamos al amanecer, tras 13h49 de carrera. Aprovechamos los 40min. de adelanto sobre plan para tomarnos una hora allí, entre mudas y comidas.  En carrera nos hemos venido cruzando en muchos controles con Luz, Chusta y otros amigos. Cada uno a la suya, todos acabamos haciendo ritmos muy paralelos.

Vuelta a la jungla los dos, para remontar el magnífico Val Ferret con sus refugios de Bertone y Bonatti, donde nos soprende la mismísima Lizzy Hawker que al estar lesionada ha optado por ejercer aquí como una voluntaria más. ¡Qué grande!

Con la reina Lizzy de voluntaria en Ref. Bonatti. Foto: TrailrunningNepal.

Tras una bajada eterna desde los 2.500m del Grand Col Ferret alcanzamos La Fouly. Andamos en el puesto 522º tras cubrir los primeros 108k en 21h38m. Por el camino Memphis me avisa que Miguel Heras acaba de hacer 2º en meta, ¡¡Bravo!! A nosotros, aún nos queda un buen rato. Una vez en La Fouly, pasada la frontera suiza, nos encontramos con Siro, que hará de nuestro dúo un trío en adelante. Tranquilidad en todos, pues sabemos que contamos para los 60k finales con 24 horas hasta el cierre de plazo en Chamonix. Ya sólo nuestras prisas o despistes pueden hacer peligrar la meta. A ritmos suaves seguimos camino.

Llama la atención que con el paso de los años, a estas alturas de pelotón la gran mayoría de ultreros del Mont Blanc aun es capaz de correr en todos los llanos y bajadas tras 22h de pelea. El nivel no para de subir: Si en UTMB 2009 con un trazado algo más suave que este año, un tiempo de 38h40m suponía puesto 463º, para este 2013 la misma marca supuso el 615º en meta.

Somos cada vez más ultreros, cada vez mejor preparados. No es de extrañar pues que nos pasen muchos compañeros a la carrera, aunque después, sea por subir más uniformes o por bajar mejor, acabamos recuperando y manteniendo siempre las mismas posiciones.

Cometo un error importante a partir de Champex (123k). Con el calor que pega  y yendo tan castigados ya no me apetece comer nada, no me entra. Bebo a menudo, eso sí. He traído el isotónico Cantio 41ºC  y  tomarlo me ha servido para no tener nunca ni aviso siquiera de calambres. Pero no puedo con la comida. Como suele ocurrir, al principio no pasa nada, sigo dale que dale. Ya lo pagaré después…

Salimos de Champex rumbo a la subida de La Bovine, probablemente el tramo más odiado de toda la carrera en el pelotón. A nosotros nos llevará coronarlo cerca de 3h, durante las cuales no dejaremos de recordar con cariño a la madre del trazador de carrera. Lo único bueno, encontrarnos con Luz antes de echar a trepar. Nuestro trío pasa a ser un poker.

Control “sorpresa” en lo alto de La Bovine, no avisado en el plan de carrera oficial. Es el segundo donde fichamos tras el instalado en las rampas a Champex. La organización intenta así evitar que algún “listo” ataje evitando los pasos más duros, algo que ocurre por desgracia en muchas ultra trails. Aún pasaremos algún otro control sorpresa más rumbo a meta.
La cima del Portalo tras Bovine marca el punto donde me pega la pájara por no haber comido antes. Han pasado ya suficientes horas como para que mi cuerpo haga bancarrota. Los 700m de desnivel negativo hasta Trient se hacen duros, pero no quiero ni pensar lo que será empezar a subir de nuevo sin fuerzas.

Podría ser peor, podría ser de noche…y anochece mientras entramos en Trient, cumpliendo los 138k de carrera en 29h. Memphis y Celeste están allí animándonos. Me alegro mucho de verlas. Trato de comer y recuperar en lo posible, pero apenas hay lugar ya para ello. Una vez que te apajaras, cuesta bastante remontar.

Con Baldo y Siro en Trient: Van 138k de carrera en 29 horas.

Salida con Baldo, Luz y Siro para la penúltima escalada. Son apenas 10k que nos llevarán primero hasta Catogne 700 metros más arriba y luego de bajada a Vallorcine.  Al arrancar la ascensión, me bloqueo. Casi no puedo avanzar de colgado que voy. Solo la paciencia y ánimos de Siro para que coma más y más hacen que poco a poco hace que vaya entrando de nuevo en carrera. Serán algo más de 3h30 hasta el siguiente gran control en Vallorcine, pero se me harán eternas.
El precio del desfallecimiento han sido 30 posiciones perdidas por el camino…y las que vendrán aun hasta meta. Pero casi es lo de menos ya, tenemos la meta a tiro.

 Vallorcine es el último gran control, apenas a 20km ya de la meta: llevamos 138k/D+7700m resueltos hasta ahora en 32h49m. Aquí hay siempre un ambiente muy especial, mezcla a partes iguales del mucho cansancio y sueño acumulados, con la íntima alegría de saber que salvo lesión inesperada, todos cruzaremos ya la meta de Chamonix. Aquí nos reunimos con Memphis y Celeste que nos animan en el control.

Dejamos al fin Vallorcine y vamos remontando las primeras rampas suaves hacia Col de Montets. Baldo está muy fuerte y se va por delante a partir de ese punto, cruzará meta más de 1h por delante. Siro, Luz y yo iremos subiendo las interminables vueltas y revueltas del sendero buscando una cresta de la Teté-aux-vents que parece no llegar nunca.  En una parada del camino Luz se adelanta tambien. Siro y yo seguimos camino a la nuestra. Estamos a más de 2.000 metros en plena madrugada y no hay ya corredores a nuestro alrededor, vamos perdidos en mitad de la noche guiados solo por las banderitas del trazado.

A ratos dudo incluso que pueda ser por aquí la prueba, tanto subimos en mitad de la nada. Al fin, coronamos la cresta y unos hitos enormes nos encaminan ya en sube-baja hacia La Flegere, ultimo control oficial de carrera. En este tramo Siro lleva más ritmo y se adelanta ya hacia Chamonix. Sigo a la mía, cansado pero satisfecho de tener la prueba dominada ya. Paro a echar un café y una charla con los voluntarios. El más joven del puesto ya pasó de los 60 años, pero en plena noche alpina mantienen una alegría contagiosa. Los "benévoles" del UTMB son más de 2.000. Ver la ilusión y sentirse empujado por sus ganas de ayudar en sus caras es una razón  más para volver a correr esta prueba año tras año.

Y venga para abajo ya, siete últimos kilómetros a meta: Descenso siempre en lucha interna entre querer correr y encontrar o no las ganas para ello. La carrera me reserva una ultima sorpresa. Amanece un día radiante según bajo. Disfruto de unas espectaculares vistas del Rey Mont Blanc bajo estas primeras luces. Magnífico.

Como magnífica es para todos los ultreros la entrada en Chamonix. Han pasado más de 38 horas cuando emboco mi entrada al casco urbano. ¡Sorpresa! Aquí reencuentro a Luz: “Bájate a meta con tu mujer, que te está esperando. Nos vemos allí en seguida”. Y allá que me voy, con esa facilidad inexplicable que nos surge a menudo para galopar en los últimos tramos.

Las calles, la recta de meta, decenas de manos aplaudiendo y gritos de ánimo…es un final mágico. Si no has cruzado bajo el muñeco del arco del UTMB quizás te hayas perdido algo como ultrero. Veo a Ana, una sonrisa, unas fotos. SE ACABÓ. 


Con Luz en la meta: Cansancio, alegría y unos trapos rojos como recuerdo

EPÍLOGO:  Unos minutos después llegó Luz y pudimos compartir un abrazo, los trapos rojos de premio al finalista y unas cansadas sonrisas tras la aventura. Completar este reto tan buscado no me supuso, curiosamente, euforia alguna. Tan solo la sensación de haber resuelto mi problema alpino personal y poder pasar página.

Ultra Trail Mont Blanc 2013 Mayayo: Detalle tiempos de paso por controles y posición en carrera.  


No ha sido una relación fácil la nuestra, pero hoy estoy seguro que de volveré a esta ultra trail siempre que me sea posible. Hay muchas carreras de montaña. Las hay mejores quizá: Más alpinas, más duras, más de todo. Pero esta Ultra Trail del Mont Blanc es para mí algo diferente, especial. Volveremos a vernos, ahora como viajos amigos que vuelven a saludarse para compartir un par de noches de fiesta en las alturas con un simple: "Bon Courage"


A todos quienes me habéis acompañado en uno u otro momento de estos años de camino, y muy especialmente a Memphis que estuvo presente en todos ellos: GRACIAS, GRACIAS.




22 ago 2011

Tour Mont-Blanc: Valle de Chamonix, templo del montañismo

" Les vallées des Alpes ont cela de remarquable, qu’elles sont en quelque sorte complètes .../...
La vallée de Sallenches est un théâtre ; la vallée de Servoz est un tombeau ;
la vallée de Chamonix est un temple." (Víctor Hugo





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