12 jun 2014

Crónica personal Volta Cerdanya Ultrafons 87k: Tercera ultra del año. Envido y dos más...


Volta Cerdanya Ultrafons me ha supuesto volver ¡por fin! a las buenas sensaciones en carrera, tras muchos meses para remontar  lesión y sobrecarga padecidos a finales del 2013. Fueron 13h20 las que eché en esta carrera, de las que me quedo con los ultimos 12km, bajando a la carrera por el GR11 hacia la meta de Puigcerdá que crucé con una sonrisa en la boca.  Pero mejor empezamos por el principio...

Pasando control de material obligatorio en meta VCUF 87k. Pero antes, ocurrieron muchas cosas...


ERRORES PREVIOS: Tras ir ahondando en lo ultra poco a poco desde mi debut en la Ultra Trail Aneto del 2008, mi calendario abarcó en 2012 y en 2013 seis ultra trail por temporada. Pasadas las doce, en octubre del año pasado, mi cuerpo parecía estar sobrecargado, sí, pero rindiendo más y mejor que nunca.  Sin embargo, una gota hizo rebosar el vaso: Al disputar a tope la media maratón de montaña de Zubiri, me lesióné y todo lo acumulado hasta ahí se me vino encima.

ARRANQUE 2014: El invierno pasó tratando remontar, sin conseguirlo, la lesión. Aún así, volví de nuevo al ataque con un ¿insensato? plan 2014 de seis ultras, confiando en hacerme con los mandos. Serían cuatro pruebas de la Spain Ultra Cup, así como los 100km del Sahara y la Ultra Trail Mont Blanc.

El 1 de Marzo llegaba el estreno de temporada en Transgracanaria 82k cuya salida tomé con sobrecarga en un gemelo, pero que logré acabar pese a todo, tras 14h24m de carrera. Pasó el tiempo con leves síntomas de mejora y el 27Abr llegaban los 100km del Sahara, como mi primera ultra trail multietapas.

Con Luis y Djanina a mitad de Transgrancanaria, saliendo de Garañón. 


SAHARA, ENVIDO: Los 100km del Sahara fueron una nueva experiencia para mí, que no pude rechazar y por la que estoy más que agradecido a Carlos Ultrarun y resto de la organización de Zitoway que la hicieron posible.  Llegaba como debutante tanto en ultras desérticos como en multietapas. Lo mejor fue la convivencia en la jaima, con mis compañeros Alma, Luis y Raúl.

Tambien me impresionaron los soberbios paisajes descubiertos. A cambio, no me convenció ni el correr por las arenas, ni el etapa tras etapa. El caso es que se completó la segunda ultra de temporada, aún sintiendo el cuerpo pesado y sobrecargas multiples tras cualquier exceso.

Con Luis, Raul y Alma a punto de arrancar la etapa 3 del Sahara. 


PENYAGOLOSA, SOY MUS: Dos semanas tras el viaje a Túnez tenía previsto disputar los 115km de Penyagolosa. Una indisposición del estómago el día anterior me dejó sin poder correr, animando y foteando a los compañeros. Si entonces me supo amargo, hoy confieso que fue una bendición disfrazada pues no había recuperado bien y pudo haber sido origen de nueva sobrecarga.

Ya tras Penyagolosa los entrenos empezaron a hacerme sentir algo mejor. Los ritmos eran aún muy lentos, casi un 10% más que en la forma del año anterior.  Pero las piernas ya iban algo más sueltas y parecían ir recobrando el vigor de otros tiempos.

VOLTA CERDANYA, ENVIDO...Y DOS MÁS: El 6 de Junio llegaba a Volta Cerdanya sabiendo que estaba lejos del peso y de los ritmos de un año antes, pero con ganas de comprobar si el cuerpo había recuperado la ilusión por lo ultra.

¿Y como lo notas? En mi caso, es una fuerza interior que siento cuando en el tramo final de carrera me veo empujando con ilusión hacia meta. Son esos kilómetros finales, que tantos ultreros conocen, donde te sientes volar cual galgo... aunque tu reloj gps marque un ritmo de a 7 el kilómetro.

Cuando se da ese clímax final de un ultra disfrutado, uno se siente el mismo Abebe Bikila flotando bajo los focos del estadio  Olímpico de Roma. Otra veces...otras, te arrastras como puedes hasta acabar. Cruzas meta igual, claro, pero no tiene nada que ver el recuerdo que me deja una u otra.
En fin, que íbamos camino hacia 87k/D+3700m a ver como se daba, con una referencia previa a priori de hacer sub15, ya que en TransGC 82k este año fueron 14h24m.



Entre unas y otras, llegamos el Viernes 6 de Junio  Juan Carlos y yo a Alp, lugar de salida de nuestra Volta Cerdanya 87k. Algo de trabajo, algo de risas y charlas con muchas caras amigas, asistir al briefing y cenar a gusto al fin en Puigcerdá. Ya solo quedaba ponerse el dorsal a las 9 de la mañana del día siguiente,

Volta Cerdanaya 2014: Foto equipo Spain Ultra cup y corredores referencia. 

¿Y cómo salió la carrera? Mi Volta Cerdanya podeis verla aquí en todo su esplendor o miseria, según se vea, perfectamente retratada por el Suunto Ambit 2. Resumiendo un poco el desarrollo, salí a ritmo medio, conservador, siendo como era todo un Campeonato de Cataluña de ultra y prueba de Spain ultra cup, con abundantes corredores de élite. El sol, tal como estaba previsto, se alzaba con fuerza y empezaba a martillear sobre la Cerdanya. Muchos compañeros caerían bajo su yugo. Por todo este tramo compartí muchos kilómetros de charla y trote a gusto con Domingo, corredor peñalaro.



Tal como capta la imagen arriba, el momento más duro fue el paso por Bellver ya a pleno sol en el 26k pero aún con horas y horas por delante. Despues, a partir del ecuador de carrera en el 46k la cosa refrescó. Allí llegué según la organización entre los 70 primeros de carrera.

Mas allá, el perfil del 40 al 70 era el más vertical, con esa rampa final al Refugio de Malniu que tanto "carácter" da a la carrera. Y es que esos 3k/D+600m a esas alturasde prueba merecen todas las "bendiciones" que recibe del pelotón la familia del trazador.  Poco a poco fui ganando alguna posición, mientras trepábamos como escarabajos por la pared que lleva a Malniu.



Una vez allí, recuperando el aliento, el Refugio y sus alrededores son un verdadero remanso de paz y belleza, un escaparate de lo mejor que ofrece la alta Cerdanya. Con esas imágenes de estanys, crestas de granito y pino negro tiramos de bajada, por el GR11 como locos buscando meta. En mi caso, compartí casi toda ella con Sisco, a veces unos metros detrás, otras unos metros delante.

 Curiosamente, hoy día el nivel del ultra trail ha llegado a un punto donde tras 12h dale que dale, aunque corras sin parar los ultimos 12km a meta, puede que no adelantes a nadie que vaya andando. Tal parece que todos vamos ya tan hechos a esto que solo una descomunal rampa nos haría ya andar en cuanto olemos meta. ¿Estamos locos o qué? :) 

En fin, sea como sea, en ese largo descenso de 1.000 metros fue donde de verdad me encontré sonriendo, casi gritando de alegría. Mis piernas iban, corría con cierta soltura y Puigcerdá se acercaba por momentos. No fue ningun sprint el mío, que me llevó aun 1h30 ese tramo. Pero sí que crucé al fin la meta con una gran sonrisa, como hacía tiempo. Fueron 13h20m y puesto 48º de la general masculina.



GRAN TRAIL PEÑALARA, ÓRDAGO A GRANDE: Dos semanas despues de cruzar meta en Puigcerdá llega de nuevo mi ultra trail favorita del calendario. Ni es la más bonita, ni la más dura, ni... Pero es la que recorre enteras las montañas donde me he criado, la única que pude compartir con mis padres y la carrera cuya salida siempre intento tomar. Aun estando lesionado (2011) o enfermo (2012) lo he hecho.  Pasan los días y toca esforzarse en recuperar lo más y mejor posible. ¡Nos vemos el 27 de Junio en Navacerrada!


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