Vine al Pico Orizaba buscando coronar en solo las montaña más alta de Mexico como antes ya hice con Aconcagua en Argentina, entre otras. Ni “mejor” ni “peor” que subir otras cimas compartidas. Diferente, sin más. Cada una, historia en sí misma.
Y ahí seguía… Tras la mojadura y las buenas sensaciones del porteo el día anterior hacia Refugio Piedra Grande, la tercera
jornada empezó con un inesperado desvelo y el mal sabor de boca asociado.
Paciencia en las largas horas de noche y aprovechando a trabajar desde el móvil con noticias e info en la web, como el Maratón Lisboa o el Skyrunning Tailandia visto por Raúl Criado.
Y es que las noticias son así, ellas no paran nunca…. Es bueno que yo esté pendientes de ellas también aquí, con lo que tengo? Es no saber disfrutar o concentrarme en el momento? Algo en lo que pensar para el próximo insomnio sin duda.
La previsión de Meteo iba de mal en peor y tocaba fondo la noche del Domingo donde caerá un buen montón de nieve
YOYO HACIA PIEDRA GRANDE (4.200m)
El Refugio abierto en el escalón intermedio a 4.200m era de nuevo el punto destino, y hacia allá que marchamos entre las 7.30-8 para echar unas 4 horas arriba y abajo. A la salida incluso cesa por momentos la llovizna y se puede ver algo del llano, abajo entre las nubes.
Al final no lograría completar lo previsto, pues apenas ganados los primeros 200m del día la llovizna pertinaz no solo volvió sino que trajo de refuerzo a su hermano mayor el chaparrón.
Con una muda aún empapada de la víspera, no me pareció la mejor idea repetir tal cual la jugada. Curtirse esta bien, desgastarse sin beneficio no tanto. Rápido para abajo a mantener seca esta tanda y repensarse todo: Buscar otras montañas con mejores condiciones? Dejar las cimas aún entre lluvias y nieves para conocer otros lares mejicanos? Confusión, vueltas y revueltas…
Compartir mi desorientación y pedir consejo a quien confío se me hace necesario. Pros y contras, como todo en la vida: Solo subiré una vez al Orizaba antes de buscar nuevas montañas. Quiero que sea así? Entre grises y brumas que no me dejen admirar al ascenso por el último glaciar vivo de México? Pero si no subo…no me quedaré con la sensación de no haberlo peleado? Por no hablar del factor seguridad. Solo y en estas condiciones de Meteo negativas siempre es mejor apoyarse en cordada.
Tras 1.001 vueltas, llamadas y repasos a los partes, Israel se anima a subir conmigo mañana mismo, llegará esta noche a cenar y al día siguiente subimos a Piedra Grande. Una vez allí a media mañana, parada y fonda para salir a cima a partir de la madrugada, si las condiciones arriba lo permiten.
Alegria! El día se hace eterno esperando a Israel, pero cuando al fin llega es una pequeña fiesta a la que se une para cenar Ana, que cuida de nosotros en el Hostal La Montañita estos días, aclimatando.
De mucho mejor humor, pero sabiendo que con estas condiciones de lluvia y nieve arriba quizá todo el esfuerzo resulte baldío me voy a la cama. Baldío? En realidad no hacer cima en absoluto supone un “fracaso” en una salida.
“Volved sanos, volved como amigos, volved con la cima. Por este orden”
Es una de las notas clásicas de la montaña y sin duda lo es, merecidamente. No deja de ser un juego contra uno mismo y los suyos.
Que así sea a partir de mañana, cuando al fin abordemos un gélido asalto a cima. Quizá a la larga sean momentos como el “Nuevo Comienzo” compartido esta tarde a cuatro bandas (el cuarto elemento español no se puede olvidar) lo que de sentido a todo esto más allá del juego de coronar la montaña en sí.
Sergio
