Maratón Donosti ´07: Aquí remamos todos

San Sebastián ´07 ha sido mi 4º maratón, tras un debut kamikaze en Madrid ´03 que retomé con precauciones en Lisboa ´06 y el más reciente Londres ´07. Y desde luego que no tuve dos iguales.

El donostiarra ha sido muy especial:
Por un lado, la alegría de correr sintiéndome acompañado por primera vez en todo momento, tanto por los gritos de nuestras animadoras como por mis cuates en carrera.
Por otro, he conocido nuevas cotas de castigo por mis viejos enemigos los calambres. Me han llevado durante esta carrera a rincones muy oscuros en mi cabeza, de los que si no es por mis compañeros de trainera, no salgo.
Así que, eso de que el maratón es una prueba solitaria, pues....casi que no, que aquí remamos todos.

El recorrido del Maratón de San Sebastián 2007 eran 3 bucles: Los primeros 5,3k(línea verde), dan paso a dos grandes bucles gemelos de 18,4k que abrazan Anoeta, Kursaal, la Concha y más allá (línea roja) para rematar con una fa-bu-lo-sa vuelta final al tartán del estadio de Anoeta, coreada por música y público.

El buen perfil y la filosofía elitista de la carrera, que cierra control a 4h30, la hacen diferente a otros maratones masivos. Tambien es muy distinta la atención al corredor y la sobreabundacia de participantes afilados. Aquí el público, la bolsa y los avituallamientos sobrepasan lo que esperas, aunque problemas como el tráfico paralelo deban aún mejorarse.

Al salir el día de la carrera, vemos que inesperadamente ha despejado y que la temperatura es de 5ºC. Bueno, viniendo de Cercedilla... Hala, a los remos!
Alex y yo lo habíamos entrenado juntos durante estos meses, y con esas condiciones todas las pruebas (Behobia incluida!) nos decían que el 3h30 estaba a tiro, imprevistos aparte. Así que nos vamos a la salida a por ello, con el ritmo de 5 mpk tatuado en la frente.
Miguel mientras, venía a rodar tras una preparación muy anarca. Se queda por detrás de nosotros en la salida, a solas con su compañero de carrera.
Y allá que soltamos amarras todos despues del pistoletazo.

Los primeros 24k pasan por mí como un sueño del que no me gustaría despertarme nunca:
Corro a la par de Alex y de Jesús, un fichaje de Béjar.
Clavamos el ritmo-objetivo, sobrados. Pasa la media en 1h43m30.
Dallas, Mariajo, Encarni y Arancha nos animan y apoyan en cada bucle.
Nos cruzamos con Carlos y Miguel, todos sonreímos.
Bogamos por toda la bella Easo, se lo merece. La afición nos jalea.
Ojalá pudiera seguir corriendo así para siempre...

Al pasar el 24k, algo me despierta del sueño. Es el primer aviso de calambre en un gemelo. Lo niego.
No puede ser: He entrenado bien. Llevo una semana tomando plátanos, sales y demás. Corro con un cinturón de bidones de agua con sales que voy tomando. A más a más, miel y tabletas de isostar me acompañan.
Así que le digo al calambre que no existe, y me vuelvo a soñar que sigo corriendo a 5 mpk con Alex y Jesús.
Hasta que ya en el km27 vuelve la pesadilla y ahora ya no la puedo ignorar...Dios!
Ahora sí, salgo de golpe del sueño. Lo primero, apagar el incendio de rabia que me abrasa, cabreado conmigo y con el mundo. Despues, bajar el ritmo a 5.30 y dejar que mis cuates de 3h30 se vayan por delante con mis ilusiones.
A mí bastante me espera con llevar la trainera a puerto, si es que puedo.

Jesús se queda un rato haciendo la goma conmigo por si me recupero, pero tras probar le digo que tire y me resigno al calvario que me espera: 15k aún por delante y a rezar para que no se me bloquee definitivamente ningun músculo.

Ahora mi maratón donostiarra es más bien un mar embravecido. Pasar cada avituallamiento, pelearse ola a ola buscando una bahía en calma. Entre medias, me meto todo lo que puedo: Agua, aquarius, geles, lo que me den. Es un pulso entre el agua que me entra por un gran boquete, y lograr mantenerse a flote para volver a puerto.

Y ese pulso lo van a ganar en gran medida mis cuatro animadoras. Al 30k llego bien tocado, y allí están para vitorearme como a Gebreselassie. Recibo 1/2 litro de agua con sales y una bolsa de miel. Y sobre todo, la imprevista promesa de Arancha de que cuando vuelva aquí en el 38K, vendrá corriendo de liebre ya hasta meta.
El resto del equipo estará en las gradas de Anoeta para la apoteosis, porque están segurísimas que llego.

Del 30k al 38k paso un purgatorio atroz, nunca me dolieron tanto las piernas. Paro dos veces a estirar y desbloquear gemelos rebeldes. En el 32k me pasa el práctico oficial de 3h30 y su cohorte. Los km cada vez eran más largos. Tanto, que uno llegó a medir 7´30
Llego al fin de vuelta al 38k y me engancho a mi liebre-salvavidas. Ella pone todo el entusiasmo que yo ya no siento. Y sí, remando dos se va más rápìdo, aunque haya una vía de agua abierta.
De ahí a meta, y juro que aun no sé como, Arancha y yo volvimos a subir el ritmo que por momentos llegó hasta los 5´20
Por fin, un mundo y medio despues, la lancha de salvamento me dejó en la bocana de Anoeta para que disfrutara la vuelta final. Con el "I will survive" atronando el estadio y Dallas, Encarni y Mariajo gritando "¡Sergioooooo!" desde las gradas. Aún se me eriza todo.

Con ese ambientazo, me esmeré en intentar una recta de meta erguida y digna. Que menos! Acabé en 3h42.38 (MMP versus los 3h56 de Londres07) pero creo que no debí quedar muy convincente porque Ana bajó rápido de las gradas a buscarme, y se fue directa a las camillas de los fisios! :-))

Luego me enteré que tanto Alex como Miguel habían logrado acabar sin despertarse de su sueño.
El uno batió "nuestro" reto de 3h30. ¡Bravo Alex! Su alegría es tambien la mía.
El otro demostró que hace casi el mismo tiempo entrenando que sin. :-? Oooops! Esto da para que te escribas al menos un post urgente, Morea. Tu dirás

Y entre tanto zarandeo sentí más que nunca que en esto del maratón (como en tantas cosas) remamos todos.
Y sí, tambien empujan todos esos ánimos llegados por el éter digital, claro que sí! Gracias Espi, Alfonso, Ali, Merak, Santi, Correora, Pedro y todos los demás.


No sé si volveré a correr los 42k en mucho tiempo, porque este ha sido muy doloroso. Pero sí estoy seguro que volveré a San Sebastián ´08, porque aquí sentí al correr las palabras de M.Luther King: "I had a dream..."