Aquí podeis leer las tristes circunstancias de su muerte.
Tuve la suerte de seguir varias carreras suyas, pero dos me hicieron vibrar de una forma muy especial: Su salvaje Maratón olímpico en Pekín 2008 que le valió merecidamente el primer oro para Kenia de la especialidad. Y en Octubre de este año, su FA-BU-LO-SO duelo final con Kebede en el Maratón de Chicago. Los dos juntos nos regalaron la que para mí quizá sea la más hermosa milla final en la Historia de la Maratón.
Si no tuviste ocasión de verla aún, por favor no te la pierdas. Serás testigo de como el corazón puede a veces empujarnos mas allá del cansancio, del dolor, y de la propia fisiología. Maravilloso.
Descansa en paz, Samuel.
Watch more video of 2010 Chicago Marathon on flotrack.org