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Cruzando meta en mi 7ª Roncesvalles Zubiri. Foto: Mayayo. |
Este año llegaba un poquito acojonada
después de una muy mala carrera el año pasado: Sufrí durante todo el
recorrido. Es más, probablemente si
Sergio no hubiera venido conmigo hubiera abandonada nada más empezar,
pero con él al lado no era una opción.
Así que un año más me pongo en la línea de salida, como
siempre al final del pelotón para no entorpecer a todos esos galgos, que más
que correr vuelan en esta carrera.
Comparto momentos previos con Javier que viene también de Madrid por primera vez a esta carrera aunque
tiene a sus espaldas carreras de todo tipo y condición.
Dan la salida. A pesar del cambio en la entrada, también se forma este
año un pequeño embudo en la alfombrilla que nos detiene y nos hace andar
durante unos 3 min. Después ya todo sería intentar correr en mi caso.
Empiezo trotando e intentado no perder metros con los que
tengo delante. Detrás van como siempre las bicis de cierre y el quad. Este año consigo desprenderme de ellos durante los primeros 4
km. Un año más en la bici rueda el mismo chaval que el año pasado. “¡Hombre, rubia, tu por aquí! “- Ya ves para que no me eches de menos.
Este año además cerrando la carrera viene un corredor escoba
que prácticamente se turnaría durante toda la carrera en ir con otra corredora y conmigo durante toda la carrera, casi casi
hasta el final.
Llegamos a la primera cuesta y echo a andar pero lo
suficientemente fuerte como para no perder mucho tiempo con mi compi que sube
trotando. De hecho mis pulsaciones tanto en subida como en llano andarán entre
170 y 173, mientras que la única manera de bajar a 168 es cuando llegan las
bajadas, estoy deseando que lleguen para poder tomarme un respiro.
Mi problema son los llanos, no he entrenado, lo que
significa que pierdo todo el tiempo aquí.
El corredor escoba será mi salvación: Viendo como voy, se
queda conmigo en los llanos para obligarme a seguir trotando cuando pueda,
mientras que aprovecha las subidas para
irse con la compi y animarla para hacerlas trotando
Los km pasan, llega el momento a priori más duro, la subida
desde el pueblo de Erro, lo subo con mucho esfuerzo y sin parar de andar, pero
para mí lo más difícil llega ahora, un tramo de llaneo con pequeños sube bajas que hay desde el km 15 hasta que llegas al 18.
La poca capacidad que me queda para poder
trotar, a pesar de los ánimos de mi compañero, hace que sea donde peor lo paso.
Por fin el km 18, último avituallamiento y estamos a 35 min
del cierre de meta, ahora sé que lo tengo,( salvo males mayores) y que puedo
bajar sin la agonía de año pasado, lo que hace que baje contenta y muy animada
a pesar de llevar las piernas muy duras y la rodilla tocada.
La primera parte de la bajada es suave pero poco a poco se
pone un poco más técnica, yo voy bien y decidida con el corredor escoba a mi
lado, imagino que sorprendido de cómo ha cambiado mi ritmo, encontramos a dos
corredores, uno de ellos va tocado y el
escoba se queda con ellos mientras yo continuo mi bajada.
Un poco más adelante me encuentro con Javier, compañero en la
salida, al que animo y paso. Sé que ya solo me queda una rampa, la subida al puente y unos metros antes de cruzar la meta. Miro el
reloj, puedo bajar de 2,45 y echo el resto,
miro a ver si encuentro a Sergio o Esperanza y no veo a ninguno ¡Vaya!
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Rampa final en el Puente medieval de Zubiri. Foto: Mayayo |
Avanzo un poco más y veo el comienzo del puente. Allí esta
Sergio, le aviso, no me esperaba aun. Aprieto para subir el puente y al llegar
arriba solo queda dejarme caer pero empujo en un ultimo sprint para cruzar la
meta en 2.44.28. ¡¡Bien!! He conseguido terminar y con margen sobre las 3
horas.
Doy la enhorabuena a
Judit que ha terminado delante mío muy contenta y con ganas de volver al año
que viene y justo detrás Javier que también ha terminado enganchado y con el
propósito de vernos al próximo año si no coincidimos antes andando o corriendo
por los Madriles.
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Con Esperanza en la cola del banquete poscarrera. Foto: Mayayo. |
Me reencuentro con Espe a la que no he visto al entrar y con
Sergio, muy sorprendido de mi rendimiento.
Vamos a por algo de beber para recuperar, tengo tal subidón que ni
siquiera me planteo un masaje, cosa que otros años era imprescindible para
poder recuperar.
Veo al corredor escoba, voy a darle la enhorabuena y las gracias por todo, sé que gracias a él he
conseguido este tiempo y forzar mi cuerpo un poquito más.
Avanzamos hacia la cola para la comida, yo sigo en una nube
y seguiré así toda la tarde, comemos comentando la carrera y disfrutando del final de este fin de semana
donde todos volvemos contentos: Esperanza ha terminado la marcha con muy buen
tiempo después de su operación; Sergio ha bajado su marca en esta carrera a 1h41m
y yo me voy muy contenta por haber dado el 100%, pero sobre todo por quitarme
el mal sabor de boca del año pasado.
El reloj da unos datos de 168 latidos de media y 183 de máximo.
He ido todo el tiempo a tope dentro del mal estado de forma en el que estoy,
pero he conseguido bajar en 15 min el tiempo del año pasado y he entrado en
meta como me gusta, esprintando.
Así que entrenemos un poquito y así disfrutaremos mucho más de
la carrera el próximo año.
¡¡Nos vemos en Roncesvalles!!
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EDICIONES ANTERIORES Roncesvalles-Zubiri: 2006-2011
Esta del 2.012 era nuestra séptima salida desde la Abadía, compartida con otros 36 veteranos que han vuelto año tras año desde la inauguración de la carrera en 2006. Como referencia de resultados y fotos de otras ediciones aquí teneis las
crónicas, resultados y fotos de Zubiri 2006, Zubiri 2007, Zubiri 2.008, Zubiri 2.009, Zubiri 2.010 y Zubiri 2011.