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9 oct 2013

Cavalls del Vent 2013. Crónica personal. Viaje al corazón del Cadí, en ocho refugios y una ultra trail

Las carreras de montaña pueden ser la mejor manera para descubrir un macizo inédito para nuestras piernas, pateando sus senderos y empapandonos de su espíritu mientras compartimos sensaciones con otros corremontes. Si además echas más de 18 horas en carrera, como fue mi Cavalls del Vent , vivirás la noche y el día en la montaña. Y seguramente, como a mí me pasa, querrás volver a pisar más despacio aquellos senderos, que ya considero también un poco míos.

Un dorsal de Ultra Cavalls del Vent, la mejor guía para descubrir el Cadí-Moixeró

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PARQUE NATURAL CADÍ-MOIXÉRO:
La versión oficial versus el ultra trail.

El gobierno regional describe así estas montañas en su folleto oficial: "El Parque Natural del Cadí-Moixeró es un parque de montaña situado entre los 800 m en el fondo de los valles y los 2.648 m del Vulturó, de gran interés por su diversidad geológica, vegetación y fauna. De naturaleza calcárea en su mayor parte, el parque natural comprende el conjunto orográfico prepirineaico integrado por las sierras del Cadí y del Moixeró, el macizo del Pedraforca y gran parte de los de la Tosa y el Puigllançada"

Prosa objetiva y aséptica, como debe ser en el documento de referencia: Texto turístico que como tal informa correcta y científicamente. A cambio, nunca emocionará ni te hará soñar con volver a andar esos senderos y pasear por los pueblos y refugios a que conducen. La alquimia que transforma un frío mapa en un tesoro de recuerdos y sentimientos es parte de la magia que aportan las carreras de montaña en general y los ultra trail en particular.

Ultra Cavalls del Vent 2013 por el Parc Natural Cadí Moixeró:
Cada paso dado esos 100km los ha hecho tambien ahora un poco míos.

Algunos gobiernos regionales y Ayuntamientos lo han entendido ya, como es el caso de Bagá y su Ultra Cavalls del Vent, Navacerrada y su Gran Trail Peñalara, Zegama y su maratón de montaña Zegam-Aizkorri; el Cabildo de La Palma y su Transvulcania, etc.. Otros, aun están lejos.
Para mí, el dorsal de esta Ultra Cavalls del Vent ha sido mi guía para descubrir estas montañas, sus pueblos y algo de sus gentes de forma compartida con Juan Carlos (JCDFotografía) mientras marchamos a cubrir la carrera trabajando desde dentro y fuera de la misma para Carrerasdemontana.com.

En lo deportivo no llevaba más objetivo que completar la prueba. Las 3 semanas pasadas desde que completé los 168km del Ultra Trail Mont Blanc no daban sentido a otra cosa. Lograría hacerlo, pues terminé esta Cavalls en 18h14m y en puesto 226º de los 1.050 dorsales disponibles este año. Pero mucho más que eso me empujaba esta vez la ilusión que tenía por conocer estas montañas y la carrera que las surca. Hoy estoy seguro que valió la pena, que un poquito del Cadí se vino conmigo de vuelta en nuestra furgoneta al Guadarrama. Así fue nuestro viaje.

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ULTRA CAVALLS DEL VENT:

La Vuelta al Cadí en 8 refugios.

"¡Ya llevamos cinco! Solo nos quedan tres por delante"

Así grita mi compañero de carrera cuando avistamos al fin el Refugio de Prat d´Aguiló. Son las cinco de la tarde y estamos a 2.010 metros de altitud, con 58km ya en las piernas de los 100 que debemos completar hoy. Han pasado algo más de 10 horas de carrera que, además de vapulearme en lo físico, me han regalado también el descubrir estas montañas desde dentro subiendo y bajando continuamente.

Porque lo cierto es que mientras estemos disputando esta Cavalls del Vent 2013 no pararemos de subir y bajar, tal como refleja el perfil de mi carrera grabado por el Suunto Ambit 2. Hasta 6.600m de desniveles subiremos primero, para bajarlos a continuación. Viciosos del desnivel acumulado :)

Ultra Cavalls del Vent 2013 (100k/D+6.600m) Perfil de carrera grabado por Mayayo. (Datos completos aquí)

Para llegar hasta este de Prat d´Aguiló, hemos pasado antes por cuatro de sus hermanos: Primero el Refugio de Rebost (1.640m), que nos vio llegar con el amanecer y ofreció un bocado de aire en la feroz ascensión a su hermano el Niu de l´Aliga. Este segundo, colgado ya a más de 2.500 metros nos regaló unas soberbias vistas por toda la cresta que lo alcanza, aderezadas con fuertes ráfagas de viento para terminar de despertarnos. Rodamos después en descenso, con los senderos pegados a la montaña: Corrimos por crestones, por senderos enmarañados entre los pinares y sobre los pastizales de altura que acogen al ganado.

La afición local animando fue siempre una constante de estos 100km. Cuando esto ocurre, el fatigado corremontes se siente más arropado, más en casa. Cada persona vitoreando hace que estas montañas, que son las suyas, pasen tambien a ser un poco más nuestras, porque su cariño y empuje nos las van grabando en el alma.

Cada uno de esos aficionados que refleja esta foto abajo en Niu de l´Aliga soportó a pie clavado el viento feroz y el frío de las primeras horas mañaneras a 2.500m. Sin otra razón que animar a un puñado de cabezones que querían dar la vuelta a sus montañas. Y como ellos, miles en todo el trazado. A todos, mi agradecimiento y admiración.

Pasamos tambien en el descenso por el Refugio de Serrat de les Esposes (1.511m) que hace el tercero de los ocho a completar, y llegamos despues al pueblo de Bellver de Cerdanya con una soberbia animación que me hace sentir la "pell de gallina". Aquí son algo más de la 1 de la tarde, andamos por el km39 y es punto clave de carrera en todos los sentidos: Control estricto de material que me aplican en la misma entrada, antes de que pueda avituallar, mudarme de ropa y cargar el material de montaña adecuado para la noche que me espera. Curiosamente, el reglamento de carrera especifica un kit de material obligado hasta las 17h y otro reforzado en adelante. Los detalles, aquí

De Bellver en adelante se abre una larga ascensión por terrenos variados: Pistas por las vegas agrícolas primero hasta que en Pla de l´ingla un sendero de montaña nos lleva ya trepar por los bosques ganando altura. Pasaremos por el Refugio els Cortals de l´Ingla (1.610m) y seguiremos subiendo buscando las crestas y vistas que desde más de 2.000 metros de altura se nos abren a partir del Coll de la Moixa.

La travesía sube y baja constantemente por un sendero de montaña con grandes vistas a nuestro pies mientras seguimos manteniendo altura y pasando pequeñas crestas una tras otra hasta que al fin aparece ante nosotros el ansiado Refugio de Prats d Aguiló. El grito de mi compañero, corredor de la tierra, recordando que es el quinto de la travesía me da una alegría.

La ascensión del refugio hasta los 2.430m del Pas de Gosolans se hace por un clásico sendero montañero de zetas empedradas ganando altura rápida y sabiamente. Este tramo me impacta especialmente: La luz del atardecer, los farallones por entre los que ascendemos, las cimas que nos rodean por todas partes, el Pedraforca que ya avistamos en la otra vertiente.... Llegué al mundo del ultra trail no como atleta corredor, sino como montañero: Vivir este momento en este paisaje es una de las razones de que cada año acabe corriendo muchos más ultras de los que cualquier análisis deportivo lógico indica.

Algún corredor quizá aún piensa que esto de los ultras va de competitividad pura, que solo se debe colgar el dorsal para competir al máximo. Es respetable, pero si yo hubiera obrado así me habría perdido tantos amaneceres, tantas noches bajo la luna. No es mi guerra. Lograr el mejor resultado en competición es una buena razón para correr una ultra trail. Pero en mi caso ni es la única, ni siquiera la más importante.

Hoy mismo aún me espera un premio gordo inesperado. Según la grupeta en la que corro todo este tramo va llegando al Refugio Lluis Estasen (1.668m) voy viendo crecer ante mis ojos la muralla Norte del Pedraforca. ¡Fabulosa vertical! Si alguna vez te ha llamado escalar las grandes vías clásicas, nombres como el Naranjo, el Torreón, el Peñón de Ifach o este Pedraforca habrán sido parte de tus sueños, como lo fueron de los míos. Las enormes posibilidades que este mar de roca vertical ofrece están perfectamente resumidas aquí por el propio Refugio.

A este grandioso decorado le sumamos de nuevo la presencia cercana y constante de un público incesante en el vitoreo. El conjunto se me graba de una forma especial hacia dentro. Por un momento, me aparto de la mesa de vituallas para secarme los ojos. Y tira palante, melón, que se viene la noche encima y hace frío :)

El siguiente refugio está en plena cuesta abajo por senderos con mil revueltas entre el bosque. Esta Casa-Refugi del Gresolet a solo 1.243m de altura nos ve de nuevo llegar en grupeta casi a tientas, apurando el no encender las frontales hasta tener noche cerrada alrededor. Por un momento toca dejar la lírica y hacer uso de los excelentes WC del refugio. Un error de cálculo con la camiseta elegida (una helly hansen de manga larga demasiado aireada para los vientos y frescos de las crestas) me ha destemplado el estómago, pese al chaleco cortavientos con que traté de protegerlo.

Así son las ultras, cuarenta cosas que tener en cuenta y una sola de ellas te puede mandar para casa. Estamos en el km 74. De aquí a meta mis paradas a "contar kleenex" serán más que frecuentes y el ritmo de carrera pasa a ser secundario, más pendiente de lo que mi estómago exija en cada caso. Lo de menos es el tiempo que me hará perder, conste. La verdadera pena es que me gusta mucho correr de noche y hacerlo en estas condiciones lo hará de todo menos agradable.

Aún con el cuerpo revuelto, la ascensión nocturna por el tramo de els Empedrats me parece de nuevo una magnífica sección: Pesan mucho tantas vueltas y revueltas como exige el subir pasando y repasando sobre ese Torrent del Pendis que se despeña a nuestra vera. Si. Pero es tambien una zona de gran ambiente montañero que recorro junto a un mozo pamplonica. Su repertorio de juramentos inagotable. Lo pasamos bien.

¡¡Al fin coronamos!! Hace frío cuando llego al ultimo refugio, el de Sant Jordi. La paradina de 5 minutos que hago allí me deja tiritando y obliga a ponerme por fin el Goretex de Haglofs que llevaba "porsiaca". Las piernas, sin embargo, van calientes sin pega alguna. La bajada final a meta supone patear un ultimo tramo por senderos antes de salir ya a pista primero, carretera después y de nuevo un postre inesperado de senderos que nos dejan ya en las afueras de Bagá.

Gente y más gente me va animando por las calles mientras laz cruzo para llegar a meta sobre la 1 de la mañana. En la alfombra me está esperando Juan Carlos, cámara en mano para retratar lo que queda de mi tras esta bonita y dura travesía. Animos y abrazos tambien los que me llegan allí de Cristóbal, de Juanan, de Eva, Raúl, Pau, Edu...

Ultra Cavalls del Vent 2013: Final de mi viaje al corazón del Cadí-Moixeró en 8 refugios.

Este mundillo ultrero no es todavía un mundo muy grande, lo que tiene su encanto. Al final, somos casi los mismos caballitos dando vueltas a distintas norias cada vez. En esta ocasión, las vueltas y revueltas que me llevaron por los ocho refugios del Cadó-Moixeró nos regalaron todo un viaje al fondo de estas montañas. Mientras volvemos por la autopista en la furgoneta que lleva Juan Carlos, ambos compartimos la sensación de ser unos privilegiados.

A todos quienes habeis participado en la organización de la carrera, y a esa creciente afición que estuvo empujando a nuestro lado, GRACIAS. Este hermoso recuerdo de las montañas del Cadí que nos llevamos es tambien el de sus gentes.