Despedimos Alex y yo este mes yendo a correr una épica: La "VI Media maratón de Montaña Sierra de Segovia". En 22k subía y bajaba la ruta más directa La Granja-Peñalara. Como tramo estrella 5k trepando y destrepando canchales de granito, sin camino alguno. ¡Aventura!
En la salida nos juntamos con Eduardo y Joao que venían tambien de otras carreras montaraces. Y como grupo de apoyo, contábamos con Mariajo, Dallas, Chusa y Almudena. Gracias por venir!
Desde el mismo "1,2,3...ya!" cada uno a su ritmo para la cronoescalada hasta el pico, y vuelta. Salimos por asfalto, luego un empinado sendero hasta nivelarse cerca del 1er control (C1). Bonito vado entre pinares a 1.500 m. Miro el crono, llevo unos 35´.
Del C1 al C2 el tramo más disfrutón. Más de 6k por un estrecho sendero entre pinos que te va subiendo de forma lógica por la umbría. Corro con un grupeto muy a gusto, pero todo lo bueno se acaba. Salimos del bosque al matorral alpino y llegamos por fin al C2 en un chozo a 1.800 m. Traguito de agua mientras estiramos bien el cuello para ver la trepada por los canchales de aquí hasta la cima. Y vámonos...
Espectáculo de altura el ver a todo el pelotón subiendo y bajando ese muro a cuatro patas, y sin embargo buscando hacerlo a todo trapo. Las vistas desde este tramo sobre toda la meseta castellana debían ser fabulosas, imagino...Yo no os puedo contar, porque fuera p'arriba o p'abajo no saqué los ojos de la próxima piedra donde posar las zapatillas o agarrarme con las manos.
Y mientras, tambien pendiente de las piedras que caían rodando desde arriba.
Al final, más de 38´ del chozo a cima. Ya casi llegando al Peñalara me cruzo con Cameo y Eduardo. Van casi juntos, a unos 4´ delante de mí. Me planto en lo alto del Peñalara tras 1h47´de carrera desde La Granja. Un buche de agua mirando al tendido antes de tirar para abajo con mil ojos.
En la bajada de esta rampa se marcan diferencias grandes. Adelanto varios corredores más prudentes. Por lo duro del tramo, se me saltan incluso algunos tacos de la suela de las Asics de trail que llevo. Ufff!
Por fin, tras 19´ de bajada y adrenalina, mis suelas y mis rodillas respiran al llegar de vuelta al C2, sano y salvo.
Aqui me alcanza desde atrás Marcos, y los dos tiramos bien fuerte por entre el bosque. Disfrutamos mucho, pues nos turnamos para tirar y vamos ligeros como corzos. Aunque correr así tambien castiga, mucho. Empiezo a notar ampollas en los talones y al llegar al C1 me paro un poco a repasar las heridas. Calcetín? Zapatilla? No sé..
Última aguada y salgo ya para meta. Al final del pinar vislumbro el azul de Eduardo trotando ya en el tramo llano a La Granja. Acabo fuerte la bajada y reencuentro a Marcos, pero las ampollas me molestan mucho y no me animo a tirar.
Solo acelero ya en el último tramo adoquinado, por el pueblo. Acabo con 2h56´ justo detrás de Eduardo. Alex sin embargo, había entrado casi 10´antes, una fiera!
Buen repostaje en meta: Agua y refrescos fríos, melón, manzanas y más.
Como las ampollas se han roto por toda la planta del talón voy a que me hagan una cura. Mientras espero a que los sanitarios me atiendan pasan varios esguinces, heridas por caídas y demás, lógico aquí.
Una semana despues sigo andando de puntillas todo el día, no puedo apoyar los talones. Sí era duro el trazado, sí...
Valga como prueba que aunque se repartieron más de 350 dorsales, llegamos a meta sólo 167 corredores. Los tiempos
aquí, oscilaron de las 2h del podio a las 4h del farolillo rojo.