Aquí teneis los resultados del Trofeo Akiles 2.009 en pdf
Tiempo fresco, compañía animosa, y la Casa de Campo como fondo.
¿Se puede pedir más para intentar comerse 10 kilómetros de asfalto a todo trapo? Por fin, tras 7 meses de correr por los montes, tocaba volver a agonizar entre señales de tráfico. Ufff, como cuesta el cambio.
Es mi segunda visita a una clásica popular madrileña de lujo, famosa como "la carrera del frío". Sin embargo, hoy la meteo sale amable y los casi 2.800 clasificados hemos gozado de unos 5ºC. Alberto me acompaña. Viene de reentrada a las carreras, superando lesiones y desvíos varios. ¡Aupa! Le toca hoy rodaje rápido, sin agobios. A mí, darme caña del todo a ver como ando ahora. La referencia: Los 43´53 netos del año pasado.
Dado el frío mesetario y no molestando apenas al correr en la casa de campo, sigo sin entender porque esta carrera sale a las 10.00 y no a las 11.00 ¿? Misterios de la Villa y Corte.
Aparte de ello, gran organización: Dorsales y chips al momento, señalización kilométrica perfecta, bares abiertos junto a la salida, circuito estable de año en año, vituallas preparadas en abundancia en meta, todo a gusto. ¡Bravo por el Club Akiles!
La salida del Akiles es siempre un poco caótica: Pese al duro perfil casacampero, al Akiles vienen cientos de talentos que no corren, sino más bien planean ingrávidos. Así, en las primeras filas se entremezclan galgos preparando la Sansil internacional a ritmos sub40 rodeados por entusiastas corredores de 6´30 mpk y más. En tiempos brutos, este 2009 hemos tenido 256 voladores sub 40´ en la carrera, y 775 dorsales han llegado en menos de 45´. No está mal.
Alberto y yo esperamos la salida en mitad del pelotón. Pistoletazo, y andandito un rato entre la masa hasta pisar la alfombrilla. Primeros llanos buscando huecos y un ritmo estable, que hoy a 170 latidos me da para los 4´15 mpk. Empezar las rampas a Garabitas y aclararse el panorama es todo uno, más divertido así. Tras los meses previos corriendo monte arriba, monte abajo ahora duelen menos las cuestas. Me empujo así hasta los 180 latidos para coronar Garabitas.
Arranca la bajada. Paso del ecuador a gusto, en 22´justos. Llegan los 2k de bajada, siempre los disfruto. Sigue el largo semi-llano de vuelta al Lago y última vuelta corta al mismo para entrar en meta. Voy mejor que el año anterior, pero aún no he recuperado la costumbre de correr a tope de latidos un rato largo. Por eso, los km semi-llanos del 6 al 9 se me van a 4´25 mpk de media. Por fin, al encarar el último km, la cabeza me deja ya empujar con todo. A costa de darle a 185 latidos, me sale a 3´50, bien. Grandes sensaciones pues en la llegada dando 175 latidos de media para un tiempo neto de 43´04. Sigo siendo un paquete (eso no cambiará nunca, jaja) pero algo hemos mejorado en este año. Alegría.
Despedida rápida de Alberto, que cumplió con su plan de rodar a 45´-46´, y quedamos ya para la semana que viene en la Carrera de Navidad de Cercedilla. Allí tambien tendremos gran número de planeadoras que nos visitan desde la capital.
Para diciembre del año que viene, espero poder cumplir mi tercera visita a esta Casa de Campo invernal. ¿Que sería la Navidad en Madrid sin los puestos de la Plaza Mayor, el Cortylandia y la tribu de los Akiles pasando frío en camiseta, dorsal al pecho? :-D
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